Visita de la mano de una familia local a su pequeña finca familiar con cultivos tradicionales y un trapiche de bueyes para moler la caña de azúcar. Es una oportunidad única para conocer de primera mano las labores diarias del mantenimiento de una una finca tradicional costarricense y disfrutar de un almuerzo familiar elaborado con productos naturales. Una manera verdaderamente auténtica de aprender un poco más sobre las costumbres y tradiciones del país.
Es una actividad relajante, conciliadora, de intercambio.